Su participación en este campeonato no solo destaca por su rendimiento en pista, sino también por su ejemplo de superación y adaptación en el deporte de alto nivel. Tras una pausa debido a una lesión en el pulgar de su mano, que le impidió participar en el Dakar 2018, regresó al campeonato ese mismo año con el equipo PCR Sport, compitiendo en siete eventos de la categoría RX2. En 2019 volvió al Mundial de nuevo con el equipo PCR Sport, con Pep Codinach al frente. Compitió en siete eventos de la temporada, enfrentándose a pilotos jóvenes y talentosos. Aunque no logró clasificar para las finales, su presencia fue significativa, demostrando que las limitaciones físicas no son un impedimento para competir al más alto nivel.